Tenía la edad de 10 años cuando el artista foguerer del pueblo (el que hacía la hoguera para las fiestas de Sant Joan) usó un local de los bajos de mi edificio para montar la hoguera de ese año. Después de hacer acopio de valor, me ofrecí a ayudarles en lo que pudiera. La mayor parte del tiempo solamente ayudaba a aguantar los listones de madera mientras los cortaban (eso sí, siempre haciendo la presión en el punto exacto necesario). Un día hice lo que para mi fue mucho más que eso, pude pintar un trocito de la hoguera, de 10 cm cuadrados más o menos. Eso para mi fue lo más. ¡Qué contento estaba cuando la hoguera estaba expuesta y yo miraba con orgullo y enseñaba a mi familia mi aportación, ese trocito del monumento que todo el mundo podía admirar!.
La visión global y la aportación personal es algo muy importante para la motivación personal. Sin embargo, dependiendo del tamaño de la empresa y el puesto que cada uno esté haciendo, puede ser muy difícil hacer llegar esa visión a todos. En empresas medianas y grandes, es posible que la única interacción de los desarrolladores con el resultado de su trabajo completado es cuando dejan las nuevas versiones listas para que otro departamento como el de operaciones lo instale. Una vez hecho esto, sólo les queda esperar a que el nuevo sprint empiece y tengan una nueva lista de cosas por hacer.
Aportar esa visión del trabajo realizado y cómo forma parte de algo mayor y más importante es una parte crucial de nuestro papel cómo líderes . Tienen que saber que cada palada de remo suyo hace avanzar el barco. Para ello es necesario que puedan ver al menos por una ventanita las cosas buenas y malas que ocurren en la empresa como resultado de su trabajo y el del resto de compañeros. Existen herramientas como los OKR que usan en Google y sistemas como Hoshin Kanri que ayudan a aportar esta visión y alineación pero cualquier esfuerzo que se haga por parte del lider en esta línea, debería aportar resultados satisfactorios en la motivación del equipo. ¿Tiene tu equipo esa ventanita?